Otro
 desorden provocado por un trauma cerebral, este extraño mal hace que la
 víctima pierda el control de una de sus manos, la cual cobra vida 
propia y puede llegar a hacer cualquier cosa, desde gesticular a 
desabrochar los botones que la otra mano intenta abrochar. Esta 
enfermedad es también conocida como "síndrome de la mano anárquica", por
 su tendencia a hacer siempre lo contrario a lo que la otra mano hace, o
 también llamada "Síndrome de Dr. Strangelove", debido al personaje que 
Peter Sellers interpretaba en "¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú". 
Allí la mano mecánica del protagonista alternaba entre intentos de 
estrangularse a si mismo y en lanzar saludos Nazi. El paciente del 
síndrome puede sentir tacto en la mano, pero creer que no es parte de su
 cuerpo y que no poseen control sobre sus movimientos (incluso no es 
consciente de lo que su mano realiza hasta que llama su atención). La 
única solución es mantenerla ocupada, por ejemplo sosteniendo algo - 
pero mejor que no sea el cuello. Aunque puede parecer gracioso al 
principio, este desorden es peligroso en muchos casos. Se conoce 
testimonios de personas que han sido casi estranguladas por sus propias 
manos, o han recibido cortes de cuchillo de sus propias manos mientras 
preparaban la cena.  

 
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